Ayer aprendí

Camino a la biblioteca con mi libro bajo el brazo, decidí pasar al clásico bar acogedor del barrio, de esos que tienen un sillón que te hace sentir como en casa. En esta ocasión sonaba Louis Armstrong y el dueño del bar pintaba un cuadro al Óleo en mi rincón preferido (el del sillón)….que ambiente más inspirador! Pedí un tazón de té sabor bombón-naranja y estuve un buen rato disfrutando….entre sorbos de té, lectura, recuerdos e inspiraciones anotadas en servilletas. Y recordé…

Hace algún tiempo atrás, un par de meses o quizás menos, un paciente me comento que un día había decidido aprender – como mínimo – dos cosas nuevas cada día. Esa idea me quedo dando vueltas y me anime a intentarlo. Al primer dia de intento me di cuenta de lo atenta que debía estar para que cuando llegara la noche recordara, por lo menos, un aprendizaje nuevo.

Fui a clases de Qigong y estuve más presente que nunca….intentando aprender. Cuando voy a trabajar al centro de acogida donde hago masajes…intento estar muy presente, mirarlos a los ojos, escucharlos atentamente…intentando aprender. Al pasar los días en este nuevo intento, comienzo a sentirme distinta…más perceptiva, atenta, sensible y creativa, es como si me hubiera sacado un velo de los ojos que no me dejaba apreciar la viveza de los colores, las emociones de la gente, mis emociones. Siento que en este intento disfruto mas el presente.

Ayer...tomando un tazón de té, aprendí que el nombre de Chile (mi país) quiere decir “donde acaba la tierra” en lengua Aymara.(Incas)

Ayer aprendí… que desde niña relaciono la creatividad a la felicidad.

Aprendí a regalarme momentos de ocio creativo.

Ayer aprendí…junto a un Tazón de Té